El hecho que estés diseñada para amamantar no significa que siempre sea fácil. De hecho, los problemas de lactancia materna son comunes, especialmente al principio. Nuestros consejos para una lactancia exitosa pueden ayudar, pero aquí cubriremos los principales problemas de la lactancia y lo que puedes hacer para solucionarlos:
Problemas y soluciones más comunes durante la lactancia
Dolor en los pezones
Al principio puedes presentar dolor en los pezones mientras te acostumbras a amamantar. Pero si el dolor persiste o se desarrollan grietas, ensaya uno o varios de los siguientes consejos:
- Asegúrate que la boca de tu bebé está bien posicionada en tu seno. Un “buen enganche” es tan importante que escribimos un artículo completo al respecto.
- Evita usar jabón en tus senos, pueden irritar o resecar tus pezones.
- Si estas usando protectores plásticos en tus pezones, evita usarlos entre las tomas.
- Aplica leche materna o una crema suave en los pezones después de amamantar.
Baja producción de leche
No es común tener una baja producción de leche, pero muchas madres se preocupan de vez en cuando por producir suficiente leche. Si tienes esta preocupación, hay varias cosas que puedes probar:
- Asegúrate que tu bebé este enganchado
- Alimenta a tu bebé más seguido. La lactancia según la demanda del bebé, especialmente al principio, es importante para establecer el suministro. Horarios estrictos, ofrecer un chupo en lugar de la alimentación o pasar más de 3 horas sin alimentar a tu bebé puede hacer que tu cuerpo produzca menos leche.
- Puedes extraerte leche entre las tomas, así envías a tu cuerpo el mensaje de producir más leche.
- Algunas mujeres confían en suplementos herbales (como el fenogreco) para aumentar el suministro de leche. Consulta con tu médico antes de tomar cualquier suplemento.
Demasiada leche
Mientras algunas madres se preocupan por tener poca leche, otras lidian con el exceso. Puede parecer bueno, pero un exceso de suministro de leche puede causar congestión (más sobre esto a continuación) y una fuerte secreción: la leche puede salir tan rápido que tu bebé se puede atorar, ahogar o tragar aire. Estos a su vez, pueden causar irritabilidad, gases, hipo y excesivas devoluciones. Además, puede llevar a que tu bebé se llene con la “leche inicial” que es más ligera y azucarada y se pierda la “leche final” que es más densa y con mayor contenido de grasas.
Si tienes exceso de producción de leche materna puedes probar lo siguiente:
- Usa un extractor de leche o con tu mano retira esa primera secreción fuerte de leche. Apenas el flujo de leche se reduzca, comienza a amamantar a tu bebé.
- Puedes amamantar en una posición reclinada, con tu bebé encima de ti. Amamantar en contra de la gravedad puede hacer más lento el flujo de leche.
- En cada toma usa un solo seno. Si tu bebé quiere alimentarse más después de una toma, ofrécele el mismo seno. Esto ayudará a asegurar que obtiene la leche final. Si tu otro seno se siente muy incómodo, puedes extraerte un poco de leche para aliviar la presión.
- Ayuda a tu bebé a soltar los gases frecuentemente para liberar el aire que haya podido tragar.
Congestión mamaria
Los senos congestionados están llenos, duros y se pueden sentir algunas protuberancias. Es incómodo y puede llegar a ser muy doloroso. La congestión mamaria es común en los días posteriores al parto (a medida que se llena de leche el seno), pero debe disminuir a medida que tu cuerpo aprende las necesidades de tu bebé.
La congestión mamaria también puede ocurrir si tienes un exceso de suministro de leche, o si han pasado más de 3 horas desde que te extrajiste la leche o amamantaste a tu bebé.
Para aliviar la congestión, estas sugerencias te pueden ayudar:
- Alimenta con frecuencia te bebé, cada 1- 3 horas.
- Cuando estés amamantando, masajea tu seno con movimientos hacia abajo, así ayudas a extraer más leche.
- Ponte compresas de agua fría u hojas de repollo fría en tus senos entre las tomas. ¿hojas de repollo? ¡Si, funciona! Inclusive la Academia Norteamericana de Pediatría lo recomienda.
Conductos lácteos obstruidos
Los conductos lácteos (los pequeños tubos que llevan la leche al pezón) pueden bloquearse y causar una protuberancia muy sensible. Si estas lidiando con esta situación, acá te decimos que hacer:
- Asegúrate que tu bebé este enganchado
- Aplica calor a la protuberancia antes de amamantar.
- Vacía cada seno antes de comenzar con el otro.
- Masajea la protuberancia mientras amamantas o te extraes la leche.
Si se siguen bloqueando los conductos lácteos, puedes estar en riesgo de infección, no olvides comentarlo con tu médico.
Algunos problemas de la lactancia requieren intervención médica. Para leer sobre candidiasis, mastitis, abscesos mamarios y labio leporino, dirígete a este artículo.